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Cómo funciona la Web

La Web es un mundo de información disponible con sólo hacer clic con el ratón. Para usarla, se necesita un ordenador, una conexión a la Internet, y un navegador (puedes ver también "La Internet y la Web").

Cuando se utiliza un navegador (browser), el programa encuentra y muestra una página de información que puede encontrarse en el propio ordenador o provenir de cualquier otra parte del mundo, ni siquiera hay que saber o preocuparse de dónde. Funciona ocultando un enlace de hipertexto dirigido a un punto de la red detrás de las palabras resaltadas que aparecen en la pantalla.
 
Hypertext Principle Ciertas palabras, frases, o incluso imágenes, están resaltadas, y haciendo clic sobre ellas conseguimos que el navegador salga a buscar otra página, la cual a su vez probablemente contiene más elementos resaltados, y así sucesivamente.

Los documentos de la Web en diversos formatos se localizan en los llamados servidores, representados en la imagen inferior por una fábrica. Los usuarios pueden inspeccionar estos documentos solicitándoselos a sus ordenadores locales (o clientes), representados por la casa. Todos los ordenadores que forman parte de la Web están conectados por la Internet, representada por las carreteras.
 
Cuando se hace clic sobre un hipervínculo, nuestro ordenador pide al servidor que le envíe un documento. Es semejante a un servicio de mensajería o paquetería. ClientServer.gif

Por ejemplo, comenzado por la "Página de Bienvenida" del CERN en Suiza, el siguiente clic puede conseguir un documento de un laboratorio de Física en las antípodas. Toda la información parece estar en la ventana que tienes enfrente de ti, y en cierto sentido así es. Cuando haces clic sobre un trozo de texto resaltado, tu navegador "solicita un documento" a otro ordenador, lo recibe "a vuelta de correo" y lo muestra en pantalla. A continuación puedes leer tranquilamente la nueva página, sin consumir más recursos de la red.

Los documentos están organizados en una o más páginas. Las páginas generalmente se almacenan en un ordenador como archivos separados. Hoy en día, el número de páginas accesibles por la Web es enorme (miles de millones).

Pero simplemente esta idea tan esencial no es suficiente para su uso real. Imaginemos que hay que hacer una página para cada entrada en un listín de teléfonos, ¡y que hubiera que mantenerlas actualizadas!. Está claro que hay tipos de información que se manejan mejor si se almacenan en una base de datos. Tradicionalmente se han mantenido grandes cantidades de información en bases de datos.

Pero las bases de datos tienen la reputación de ser difíciles de manejar, y todas son diferentes. Si pudiéramos disponer de un programa que nos mostrara el contenido de la base de datos como si se tratara de un conjunto de páginas de hipertexto, entonces no tendríamos necesidad de saber cómo utilizar la interfaz de la base de datos para extraer la información que requerimos. 
 


Basic Hypertext


 


En la ilustración, el círculo partido es un programa objeto que literalmente tiene dos caras: por el lado izquierdo se asemeja a cualquier otro servidor Web ofreciéndote páginas de hipertexto, pero por el lado derecho, a tus espaldas por decirlo de alguna manera, obtiene estas páginas actuando como un usuario corriente de la base de datos.

Los navegadores existen para las tres plataformas más populares: sistemas Apple Macintosh, Microsoft Windows y Unix. La Web tiene su propio protocolo de transporte (Hypertext Transfer Protocol = HTTP), y su propia estructura de documentos basada en SGML (Hypertext Markup Language = HTML). Sin embargo, también ha integrado los protocolos de Gopher, ftp y telnet, y tiene puertos de salida a otros. De este modo, los documentos disponibles a través de estos sistemas más antiguos son también visibles automáticamente a través de la Web. La Web se puede utilizar para iniciar procesos sobre el cliente o sobre el servidor. Una solicitud puede dar comienzo a una búsqueda en la base de datos del servidor, el cual devuelve un documento sintetizado. Un documento devuelto en un formato que no es familiar puede hacer que el navegador comience un proceso sobre la máquina cliente para poder interpretarlo. La capacidad de la Web de negociar formatos entre cliente y servidor hace posible el envío de cualquier tipo de documento desde un servidor hasta un cliente, siempre que el cliente tenga el software adecuado manejar ese formato y su acceso esté autorizado. Esto hace que sean accesibles vídeos, sonidos, y cualquier otra cosa, sin necesidad de que exista una única aplicación que lo entienda todo.

El que se puedan comenzar procesos significa que es factible iniciar una videoconferencia o una sesión en otro terminal simplemente mediante el clic del ratón sobre una frase resaltada en un documento.
 


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© Copyright CERN - Last modified on 971203 - Traducido por Federico Gago